sábado, 14 de noviembre de 2015

Mariachi Femenil Comalteco, Relatos y Leyendas del Comala de Ayer

"MARIACHI FEMENIL COMALTECO"

Buenos días!, y en lugar de contestar al saludo se escuchan desde el interior unos pasos agigantados que se acercan hasta el acceso de la escuela Benito Juárez, era doña Mariquita, esposa de Don Espiridión, quien aún con las manos humedecidas de agua jabonada y con lágrimas de alegría recibía con gran júbilo a sus hijos José y Antonio, uno bajo y regordete y el otro estirado, delgado y que pareciese solo tener en su cuerpo unas prominentes orejas. 
Ya habían trascurrido dos años en que no los veía, desde 1952, en que Don Espiridión llegara al pueblo, con el resto de la familia, para enseñar a leer nota y a tocar los instrumentos a los que integraban la banda de música, misma que el año anterior ya había alegrado las fiestas a la Guadalupana, hijos que se quedaron allá en Ciudad Guzmán, porque formaban parte de un mariachi, de esos importantes, pero el deseo de unirse con la familia les hizo abandonar.
Poco tiempo habían permanecido auxiliando a su padre con los integrantes de la banda y en ocasiones hasta tocaban con ellos, cuando surge la idea de conformar un mariachi de señoritas. Los padres de familia conocían de los principios morales de la familia del Director por lo que permitieron a sus hijas asistir al aprendizaje, con la advertencia de que sólo sería como una distracción personal y en ningún momento permitirían su presentación en actos no autorizados y supervisados por ellos mismos.
Al año siguiente, en 1955, hicieron su presentación en una Velada Literaria Musical, en el local del Cine “Variedades” propiedad de Chema Solís, instalado en la calle B. Juárez y que fue insuficiente para la multitud de asistentes. Los fondos obtenidos fueron donados para la construcción de la cúpula mayor del templo parroquial de San Miguel.
Enorme fue la satisfacción para el grupo de señoritas que conformaron el “Mariachi Femenil”, los nutridos aplausos fueron departidos entre sus integrantes, Ma. Dolores Fuentes Ramírez con el guitarrón, María Michel Pinto en la guitarra, Elvira Martínez Barajas con la vigüela, los violines eran ejecutados por Alicia Montes González, Ma. Luisa Valencia Salazar, Alicia Fuentes Ramírez y Ma. Guadalupe Campos Suárez, la única trompeta estaba a cargo de María Nolasco Velasco, hermana de José y Toño, quien era auxiliada, tras bambalinas, por Pedro, otro de sus hermanos.
El éxito obtenido con las interpretaciones que hicieran de las tradicionales mañanitas, el quelite, entre suspiro y suspiro, los árboles de la barranca, el son de la negra, el son del palmero, el camino real de Colima y una parodia del ranchito, con letra inspirada por la misma esposa de Don Espiridión, que decía “Ay mi Comala de amor, cuando yo me vaya de aquí, nunca te voy a olvidar, etc.”, motivó a las integrantes a redoblar su aprendizaje y expresarlo con mayor armonía. 
Al poco tiempo de su debut, el 14 de Agosto, asistieron algunas de ellas, de manera personal, a la Misa conmemorativa del XV Aniversario de Nacimiento de su familiar y amiga, Acela Salazar Salazar, siendo enorme su desilusión, ya que el Sacerdote celebrante en su homilía, lejos de felicitar y ofrecer un mensaje a la quinceañera por fecha tan significativa, se propuso atacar a las integrantes del grupo con las palabras más crueles, despóticas e hirientes que estuvieron al alcance de su vocabulario, por lo que algunas de las asistentes abandonaron el recinto y jamás retornaron a sus estudios.



























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